Impermeabilizar la cubierta del edificio ¿Que debemos saber?

Dpto. de Comunicación y Redes Sociales • nov 22, 2019
La cubierta es la parte del edificio destinada a protegernos de los agentes externos. Dicha protección debe soportar unas condiciones extremas, que variarán en función del clima de cada zona. Impermeabilizar es una tarea que hay que analizar y te ayudamos con estos consejos a tomar una decisión acertada.

No tenemos que pensar cuál es la mejor impermeabilización ya que no existe. Lo que nos debemos preguntar es:

¿Qué impermeabilización me conviene más?

Estos son los puntos a destacar para elegir tipo de impermeabilización:
  •  El tipo de impermeabilización actual. 
  • Tipos de protecciones existentes, sus ventajas e inconvenientes:
Protecciones pesadas. Las protecciones pesadas son las más conocidas, que están compuestas por un material pesado que protege la impermeabilización e incrementa el peso de la cubierta.
Entre las protecciones más conocidas podemos encontrar:
– Capa protectora de mortero
– Protección de losas superpuestas
– Capa protectora de tierra
– Capa protectora de grava

Ventajas: la principal ventaja de las protecciones pesadas es que la impermeabilización no queda a la intemperie. Esto hace que esté protegida de los rayos UV, del frío y del calor, alargando la vida de la impermeabilización. Todas las impermeabilizaciones se pueden aplicar tras la retirada de tierra y grava.
Inconvenientes: el inconveniente principal de las protecciones pesadas es su precio. En la mayoría de los casos su precio es bastante elevado.

  • Impermeabilizaciones autoprotegidas. Este tipo de protecciones van adheridas al propio soporte, así no hay aumento de peso de la cubierta.
Los más usados son:
– Láminas asfálticas
– Láminas de PVC
– Caucho acrílico (líquido)
– Poliuretano líquido

Ventajas: Su principal ventaja es que son más económicas y mucho más fáciles de reparar si hay zonas dañadas además de su aplicación sobre la impermeabilización ya existente (si está en buen estado).

Inconvenientes: Dependiendo del tipo tiene unos inconvenientes distintos.

  • Sistemas de láminas: su principal problema es que no se pueden utilizar para zonas transitables (excepto las asfálticas de pizarra o gofrado).
  • Sistemas líquidos: el mayor problema de estos sistemas es la lluvia.
En épocas lluviosas o temperaturas distintas a las indicaciones del fabricante, es muy arriesgado aplicarlos, ya que si hay humedad en el soporte pueden aparecer ampollas en la impermeabilización.

Como hemos podido leer, no todos los sistemas valen para todo, por lo que tendremos que elegir un tipo de impermeabilización según el uso de la cubierta. Para las cubiertas no transitables (sólo para mantenimiento) nos decantaremos por sistemas autoprotegidos de láminas asfálticas, sistemas autoprotegidos de láminas de PVC, sistemas de caucho líquido o sistemas de poliuretanos.

Por otro lado hay que tener en cuenta algo muy importante: el coste que supone acceder a la cubierta (andamios, acarreos, etc.) para poder realizar dicha impermeabilización. Teniendo en cuenta el coste de andamiaje, habrá que valorar qué sistema conviene más, si el que hay que mantener en periodos de tiempo cortos o el que es más caro pero se accede a él en periodos de tiempo largos. El presupuesto puede oscilar mucho dependiendo del tipo de impermeabilización y las necesidades de cada comunidad de vecinos.

Fuente: PlusVecinos
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